viernes, 25 de febrero de 2011

Comunismo clasemierdero

Nota: este artículo apareció publicado por primera vez en octubre de 2009 en el entonces Sendero del Peje. Lo reproduzco aquí, corregido y actualizado, porque considero que no ha perdido vigencia en su premisa central: la derechairiza mexicana, que al menos de dientes para afuera alaba las virtudes del libre mercado, pide en los hechos una especie de "comunismo" para que todo mundo esté igual de jodido que ellos.

Antes y después del ilegal y fascista chiquihuitazo a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, perpetrado en 2009 por los paramiltares de la PFP, se ha venido difundiendo en los medios de comunicación toda una campaña de desprestigio, chantaje y acoso mediático contra dicha empresa paraestatal, pero en particular contra su sindicato.

Al Sindicato Mexicano de Electricistas, SME, le achacan ser la causa de todos los males que aquejan a la compañía, sin mencionar para nada que si la empresa está quebrada a quienes habría que pedirle cuentas es a quienes la administraron de manera tan ineficiente durante décadas, y no a sus trabajadores.

Para los jilgueros de la prensa escrita y los merolicos de la radio y la televisión, poco importa que el gobierno (?) de las "manos limpias" y del haiga sido como haiga sido no repare en minucias legales a la hora de llevar adelante su misión depredadora; nada dicen de que el "presidente del empleo" mandó al desempleo a 44 mil trabajadores de un plumazo, y por supuesto tampoco mencionan que el fondo de todo este asunto tiene que ver con los jugosos negocios en materia de telecomunicaciones que ya preparan ex funcionarios panistas del sexenio anterior.

No, para Adela Micha, Carlos Loret, Javier Alatorre, López Dóriga, Ciro, Marín, Ruiz Healy, Ferriz, Beteta, y demás, lo único que importa es que el público conozca ¡y se escandalice!, con los "suntuosos privilegios", las "prebendas de escándalo", las "inaceptables canonjías" de que gozaban los trabajadores de LyFC.

Es justamente el argumento de los "privilegios inaceptables" el que más repiten como pericos los panistas aspiracionales que tanto alaban la "productividad" de la iniciativa privada, y que descalifican por sistema a las empresas públicas. Irónicamente, algunos de esos panazis prietos tragan gracias a la chambita que mal desempeñan en alguna paraestatal o en alguna dependencia del gobierno.

Otros se sienten afortunados de tener una chambita de hambre en alguna empresa privada, donde generalmente están contratados por "honorarios" y sin prestación alguna, y unos más se sienten "empresarios" porque tienen un despachito pedorro o una empresita pitera en donde son el milusos ("gerente", contador, recepcionista y conserje, todo en uno).

Todos ellos, sin excepción, despotrican contra los "insultantes privilegios" de los "huevones" (así les llaman) del SME.

Para estos panistas aspiracionales que trabajan como burros de carga para sacar la quincenita con que han de pagar la renta, la despensa cada vez más magra, el abono de Elektra y la mensualidad de la tarjeta de crédito (hasta el tope), resulta inadmisible que haya trabajadores que tengan garantizado, por contrato colectivo de trabajo, un mejor nivel de vida que ellos, que se desloman a diario y nunca les alcanza para darse la vida que desean.

"¡Huevones!
¡Vividores del erario!
¡Sobre míiiiiiii!",

aúllan lastimeramente los perritos panazis mientras "exigen", con todas sus fuerzas, "cancelar las prebendas" de los sindicatos.

¿Criterio eficientista, o simple ENVIDIA, perritos?

Tristemente, una victoria cultural del neoliberalismo, profundamente acentuada en la sociedad mexicana, ha sido la imposición del criterio del individualismo a ultranza; del "cada quien se rasca con sus propias uñas", del "mientras yo esté bien los demás que se chinguen".

Pero al mismo tiempo que el neoliberalismo entroniza al YO como único dios de MI universo, la proverbial "mentalidad de los cangrejos" que nos adjudican a los mexicanos aflora en estos aspiracionales prietos que con poco criterio y mucho hígado claman por "cancelar privilegios" que en realidad son derechos laborales consagrados en la ley.

Por ejemplo: mucho se quejaban los panistas, tanto los que trabajan en "la jaula de las locas" en Bucareli, como los de a pie, que los trabajadores del SME "no pagaban un centavo de luz, toda se las regalaban".

Insistían, con esa estulticia panista que provocaría ternura si no fueran un tumor en la vida pública, que eso era un "dispendio inaceptable" y un "robo". Y pedían, inflamados de coraje, el rostro botijón congestionado de sangre, las ventanas de la nariz resoplando de furia, el poco pelo que les queda erizado de enojo, la verruga cancerosa que tienen en la cara temblando de indignación: "¡que paguen luz, como el resto de los mexicanos!". Ternuritas.

Resulta que es la propia Ley Federal del Trabajo la que en su artículo 84 valida y permite lo que no es otra cosa que una "prestación en especie". Éstas son prestaciones que el patrón puede acordar otorgarle al trabajador como parte integrante de su salario, y lo que reciben es una parte del producto que con su trabajo ayudan a generar.

Es decir, los trabajadores electricistas de Luz y Fuerza del Centro recibían el servicio eléctrico como una prestación acordada con el patrón (LyFC), establecida en el contrato colectivo de trabajo, y perfectamente sustentada en la Ley Federal del Trabajo.

¿Así o "más legal"?

El texto del artículo 84 de la LFT dice a la letra:

Artículo 84.- El salario se integra con los pagos hechos en efectivo por cuota diaria, gratificaciones,percepciones, habitación, primas, comisiones, prestaciones en especie y cualquiera otra cantidad oprestación que se entregue al trabajador por su trabajo.

El subrayado es mío.

Al parecer lo que le molestaba a los panazis prietos aspiracionales era más bien que los trabajadores de LyFC gozaban esta prestación laboral, y ellos no.

¿Arde? Por cierto, como los panazis prietos aspiracionales de tres pesos piensan que este derecho laboral es un "indebido privilegio", lo ladran a todo pulmón en el caso del SME, pero nada dicen de los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que gozan de la misma prestación laboral.

¿No me creen?

La prestación del servicio eléctrico que CFE otorga a sus empleados, se rige por la cláusula 67 del Contrato Colectivo de Trabajo CFE-SUTERM. No es un beneficio ni una exención, sino una prestación pactada desde el primer Contrato Colectivo de Trabajo para el periodo 1974-1976, y existen antecedentes de la misma desde los albores de la industria eléctrica.

De acuerdo con la Cláusula 67, Servicio Eléctrico, del Contrato Colectivo de Trabajo CFE-SUTERM, la CFE suministrará gratuitamente a sus trabajadores de base, energía eléctrica hasta por 350 kWh mensuales en los lugares en donde exista red de distribución de la misma

¿Quiobo, panistas?

¿No que CFE es una empresa "de clase mundial", super eficiente y productiva, y no como "esos haraganes" del SME? ¿En qué quedamos?

Insisto: tanto en el caso de CFE como en el de LyFC, que los trabajadores de base no paguen por el servicio eléctrico es una PRESTACION LABORAL perfectamente sustentada en la ley, no un "indebido privilegio".

Pero al parecer los panazis prietos no lo saben, por eso se rasgan las vestiduras en el caso del SME, pero se quedan calladitos (el humillante silencio de la fecaliza) en el caso de CFE.
Doble moral.

Otro ejemplo de prestación en especie son los trabajadores de Petróleos Mexicanos, que cada catorcena reciben una cantidad integrada a su salario por bono para gasolina. Para tener derecho a recibirla el trabajador debe inscribir su vehículo en el padrón de la empresa, y periódicamente debe comprobar que sigue siendo el propietario de un automóvil, el cual debe "poner al servicio" de Pemex, es decir usarlo para su transporte diario a su centro de trabajo.
Pero claro, para los perritos panazis que, insisto, están contratados "por honorarios", con un sueldito miserable, con jornadas de 10 o 12 horas, permanentemente amenazados de perder su empleo "porque sobra gente que quiera tu chamba", sin servicio médico, sin perspectivas de una jubilación decorosa, etcétera, estas prestaciones laborales se les atragantan en el cogote.

"¡Cómo! ¿Por qué ellos sí Y YO NO?"

Lo cual deja margen para una reflexión: ¿no sería mejor que como trabajadores que también son (o "emprendedores", como gustan de autonombrarse los panistas dueños de un changarro), lucharan por lograr similares condiciones laborales en vez de pugnar porque todo mundo esté igual de jodido que ellos?

¿Qué lo ideal no sería tratar de igualar a la sociedad hacia ARRIBA, y no hacia ABAJO?

Respondan esto, panistas, si pueden: ¿seguirían considerando "indebidos" esos "escandalosos privilegios" si quienes los disfrutaran fueran ustedes?

Por supuesto que no: un perro callejero puede estarle ladre y ladre al puesto de tacos, pero en cuanto el taquero le avienta unos cuantos pellejos se queda calladito comiendo.

Curioso en verdad este "comunismo aspiracional": si no puedo aspirar a tener mejores condiciones de vida (por cobardía, por conformismo, por agachón, por ser un pendejo lobotomizado por la televisión, etcétera), entonces que los demás se jodan igual que yo.
Si otros han logrado a través de años de lucha tener un nivel de vida al que yo no puedo aspirar porque carezco de lo principal (huevos) para luchar por él, ¡exijo que aquellos sean igual de agachones que yo!

¡Socialización de la mediocridad!

Vaya derecha de quinto patio la que nos tocó padecer en México: cerril, naca, fake, de mal gusto y encima de todo incongruente: ladran muy fuerte sobre las "bondades del libre mercado", y en los hechos aúllan pidiendo un comunismo clasemierdero.

Para vomitar.

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1 comentarios:

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