- El "Tío Fide" va con todo contra Yunes
- ¿Viene lo mejor?

Yo no se si entre los lectores de este blog haya algunos de Veracruz. Si así es, seguramente ya tiene varias semanas que son testigos, como yo, de la guerra sucia electoral que actualmente libran los principales contendientes a la gubernatura. ¿Cómo no verla? Está por todas partes, desde las agresivas llamadas telefónicas no deseadas para invitarte a responder encuestitas piteras (siempre sesgadas hacia el delfín oficial, el Marranito Duarte), hasta los alardes fascistas de cientos de retrasados mentales con playeras rojas que salen a las calles a "desfilar" y lanzar insultos a sus adversarios. Es evidente que el "estilo" de hacer política en Veracruz se basa fundamentalmente en tirar mierda a diestra y siniestra.
No puede ser de otra manera, por cierto, con un gobernador que a lo largo de seis años actuó siempre como señor feudal que a sus adversarios o los compró, o los amenazó, o de plano los aplastó. Tampoco puede esperarse otro nivel de debate cuando el otro candidato principal abandera a un partido de delincuentes de cuello blanco que, luego de robarse la elección federal de 2006, sienten que pueden "ganar" cualquier otra, así postulen a una garrapata siniestra como Miguel Ángel Yunes. Jodidos estamos los veracruzanos, cuando nos ponen a elegir entre Malo y Peor.
Pero en esta ocasión me referiré a la guerra sucia que ya se ve en las calles de las principales ciudades del estado, en esta ocasión dirigida contra el candidato "panista" a la gubernatura. Vean las calcomanías que aparecieron hoy en las calles del centro de Poza Rica:


El PRI de Fidel Herrera está demostrando que va con todo en su afán de no soltar el huesote que significa gobernar a un estado como Veracruz. Con tal de seguir mamando del erario, las huestes rojas (del fundillo) de Herrera no vacilan en violar la ley electoral y varias disposiciones penales. Claro, tienen la seguridad de que el Instituto Electoral Veracruzano no hará absolutamente nada, porque es un apéndice de la "fidelidad" que, cual canal del desagüe fracturado, inunda de mierda todos los rincones del estado, pintándolo de rojo.
Finitos salieron los priístas, y su pastor, el populista setentero que sueña con ser presidente de México.