sábado, 24 de abril de 2010

La cama de Paulette, los mataperros de Tepic y el miedo de Televisa

En las últimas semanas hemos sido testigos, en la mayoría de los medios de comunicación, de un verdadero festival circense destinado al puro y llano entretenimiento de las masas, mediante la difusión exagerada, en ocasiones vomitiva, de un determinado acontecimiento que la mediocracia utiliza y aprovecha al máximo, bien sea para apoyar al régimen o en cumplimiento de su propia agenda político-económica.

Esto no es algo nuevo, los poderes fácticos de las telecomunicaciones en todo el mundo han utilizado su influencia para impulsar o bloquear la información de acuerdo con lo que les conviene o no. Sólo que en el caso de los medios tradicionales mexicanos, donde el duopolio televisivo tiene una preponderancia tal que eclipsa a la mayoría de los otros medios, el sello distintivo es lo burdo de sus métodos y la virulencia con que atacan a los medios alternativos, por el simple hecho de que éstos desafían su "autoridad" informativa y escapan a su control.

Tomemos como ejemplo el tan publicitado "caso Paulette", la pequeña hija del matrimonio Gebara Farah, cuyo cuerpecito fue encontrado debajo de su cama varios días después de que se denunciara su desaparición y las principales televisoras hubieran dedicado sus noticieros estelares a toda la "cobertura informativa" del mismo. No hubo una sola noche en que Javier Alatorre y Joaquín López Dóriga, esos cancerberos de la información al servicio de los plutócratas de este país, no dieran pelos y señales de las contradicciones en lo declarado por los papás, el arraigo y posterior liberación de los mismos, las nanas... Vaya, el colmo fue la entrevista que hiciera Alatorre a un supuesto "amigo" de la sra. Farah, en donde en todo momento buscó hacer énfasis en lo "extraño" de esa "amistad" (nada más le faltó hacer las comillas con los dedos, para subrayar el morbo del asunto). Mucha atención a los detalles... amarillistas, nulo periodismo de investigación para indagar, por ejemplo, los supuestos vínculos de la familia Gebara con altos políticos de este país, particularmente con Enrique Peña Nieto. En fin, un tratamiento informativo más propio de Ventaneando o La Oreja.

Caso Paulette - Peña: vínculos no aclarados

Podemos tomar también el caso de los adolescentes desequilbrados mentales que, en Tepic, asesinaron con lujo de saña y sin compasión alguna a un perrito callejero, hecho del que en su momento se sintieron tan orgullosos que no dudaron en subirlo a la red social Facebook, sin duda para presumir su imbecilidad o la porquería de educación en valores que recibieron en sus casas. En este caso, a lo horripilante del suceso se añade la grotesca manera de darlo a conocer que tuvieron los medios, porque pocos fueron los que guardaron un mínimo de ética y muchos los que, en vez de limitarse a dar a conocer el hecho en sí, se dieron vuelo difundiendo fotografías e incluso el video en cuestión. Era claro que de lo que se trataba era de generar el mayor amarillismo posible, así fuera dándole publicidad a imágenes aberrantes y que, según me dicen quienes sí vieron el video (yo no me atreví a hacerlo, no lo soportaría), causan una impresión indeleble en quien lo ve.


Dos perros (y dos Pitbull) asesinaron a un perrito callejero en Tepic


En ambos casos tenemos dos hechos que no son producto de la imaginación de nadie. Sucedieron, fueron reales. Ambos tienen sus protagonistas y en ambos hay una historia más allá de lo que los medios nos han presentado. Los papás de Paulette tendrían mucho que explicarle A LA AUTORIDAD CORRESPONDIENTE, no a la opinión pública, sobre su relación como matrimonio y los problemas que pudieran haber tenido en la dinámica familiar, como posibles líneas de investigación en el caso. Los mataperros de Tepic deberían llamarnos la atención sobre cómo una infancia acorralada por la pobreza económica y moral, la falta de perspectivas, la ignorancia y la jodidez mental, produce desadaptados sociales, psicópatas miserables que encuentran divertido terminar con la vida de un perro de la manera más cruel posible, acaso como inconsciente venganza por la existencia de perros que se encuentran ellos mismos condenados a llevar.

En ambos casos, lo que cuestiono no es que los medios den cuenta de los hechos, porque a fin de cuentas éstos no son inventados. Lo que cuestiono es que lo hagan de una manera tan burda, tan ruin, tan digna de la televisión bananera de cualquier paisito pedorro cuartomundista (será porque, acaso, eso justamente somos). Cuestiono que lo hagan no por un afán de justicia o de "búsqueda de la verdad", sino porque conviene a sus intereses, y los del régimen que apoyan, distraer la atención de otros grandes temas nacionales; los abusos de militares contra civiles, por ejemplo. O la crispación nacional que vivimos por la inseguridad en casi todo el territorio mexicano. O el hecho de que esta maldita crisis "que vino de fuera" (pero a la que el panismo le había preparado hospedaje de lujo aquí dentro, para que se quedara con nosotros una larga temporada) no tiene para cuándo acabarse. Tantos temas críticos para este país, relegados a la oscuridad del "no lo transmitimos" por el criterio censor de quienes deciden lo que a los mexicanos nos conviene saber o ignorar.

En su arrogancia, los medios tradicionales, con las televisoras en primer lugar, se sienten todavía con el derecho de "imponer la agenda" informativa, y por ello reaccionan rabiosamente ante el hecho indiscutible de que cada vez son más los mexicanos que ya no se dejan manipular, y que optan por otros canales de comunicación en donde enterarsse de lo que Televisa y TV Azteca no muestran. Pataletas ridículas como la de Carlos Marín, ese bufón patético del periodismo mexicano que pretendió burlarse de la gente de Cuernavaca por "creerse" los reportes sobre balaceras e inseguridad en la capital morelense, en vez de aceptar ciegamente como borregos la versión oficial televisa del "no pasa nada", dan la idea del temor y el odio que en el duopolio televisivo tienen hacia las redes sociales.

Un bufoncito que le teme a las redes sociales

Infructuosos han sido los intentos de los televisos por adueñarse de estos espacios, porque a los que envían como sus representantes a pudrir Twitter les gana el divismo, la envidia, la estulticia y la pendejez. Ahí tienen a una @AdelaMicha, con 106 mil seguidores en Twitter, mientras ella sólo considera que vale la pena seguir a menos de 120 personas, la mayoría empleados de la misma empresa donde trabaja. O a un @CarlosLoret desbordante de frivolidad, que cree que Twitter es Locatel para localizar autos robados y luego se hace pendejo cuando se descubre que su coche debe multas de tránsito de 2 años atrás.

¿Cómo puede el mass-media ganar esta batalla ideológica, propagandística y de comunicación, con semejante ejército de incompetentes y obcecados? Los rockstars de los medios no han aprendido nada sobre redes sociales porque pertenecen a otro esquema mental, del siglo pasado, donde ellos eran los reyes absolutos e incuestionables; y por supuesto no se sienten cómodos teniendo que interactuar en un plano de igual a igual con la sociedad civil a la que dicen representar. Por eso los ataques, por miedo. Miedo a perder su monopolio informativo, miedo a no ser más los dictadores de la opinión pública. Miedo, en suma, a la realidad.

#TelevisaTieneMiedo


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5 comentarios:

Aquel que sea dominado por los "levantacejas" de Televisa, mejor unanse el 1º de Mayo al #ApagonTelevisa

No veamos Televisa ni el 1 de mayo, ni nunca.

Excelente trabajo, en lo personal, de varios años para aca soy mas exigente y ya no veo porquerias :)

Haces bien, el #ApagonTelevisa debiera ser permanente.

Hay algo que no entiendo, tanto pinche dinero manejan los televisos y tvaztecos y aun así (repito) ¿con tanto pinche dinero no pueden producir algo decente?, ¡¡carajos!!, por fortuna solo tengo una tele, y en esa mejor veo DVD's que compro en mi puesto pirata de confianza.