Pese a las reiteradas expresiones de que Veracruz "va bien" y es un "estado próspero", repetidas por casi todos los medios de comunicación estatales alineados con la versión oficial, dictada desde las oficinas de gobierno en Xalapa, la realidad se encarga de desmentir las cuentas alegres del gobernador Javier Duarte de Ochoa. El asesinato de un joven cantante y la huída de un empresario harto de ser extorsionado, son sólo botones de muestra del Veracruz que Duarte se empeña en negar.
Y es que no sólo están en riesgo los Juegos Centroamericanos y del Caribe, a celebrarse este año en Veracruz y cuya organización caótica, obras inconclusas y denuncias de corrupción y malos manejos dan lugar a rumores sobre que la sede del evento sería finalmente cambiada a Jalisco. Es la gobernabilidad misma del estado la que está amenazada por la delicuencia organizada, la misma que Duarte de Ochoa afirma que "no existe" o, en el mejor de los casos, que está "bajo control".
El secuestro y posterior asesinato del cantante juvenil Gibrán Martiz, participante del reality show "La Voz...México", crimen donde se confirmó la participación ni más ni menos que de agentes de la policía estatal (aunque el gobierno del estado al inicio lo negó) evidencia el grado de penetración del crimen organizado en las instituciones de seguridad estatales, al grado que desde el sexenio pasado el gobierno federal tuvo que implementar el operativo "Veracruz Seguro", que en los hechos significó poner la seguridad pública bajo control del Ejército y la Marina. Una toma militar de Veracruz, que para Javier Duarte sigue siendo "tierra de tranquilidad" (en el colmo del cinismo, la anterior mentira la declaró precisamente en un acto para 'reconocer' a la Marina por efectuar las labores de seguridad que su propia policía estatal no puede hacer, porque está infiltrada hasta la médula).
Y aunque casi todos los medios estatales y algunos nacionales repiten como loros los mismos boletines de Comunicación Social de Veracruz (saludos, @FedericoArreola), es evidente que los veracruzanos "de a pie" no nos tragamos el cuento de que todo marcha sobre ruedas en el estado próspero, sino que más bien intentamos todos los días sobrevivir en el infierno duartista de inseguridad, corrupción, pobreza y desempleo. Otros, de plano, mejor se van para no volver.
Tal es el caso del empresario ortopédico Alfredo García Hernández, de Xalapa, quien el pasado viernes 17 de enero fue "levantado" por delincuentes que, tras amenazarlo de muerte a él y a su familia, lo dejaron libre, dándole un plazo de 24 horas para conseguir medio millón de pesos, como cuota para los criminales. Ante la gravedad de su situación, el empresario no lo pensó dos veces: juntó a su familia, las escasas pertenencias que pudo reunir, y de plano huyó de Veracruz, no sin antes dejar constancia del motivo de su salida:
Empresarios huyen de Veracruz por la inseguridad |
De qué tamaño será el miedo que viven los empresarios veracruzanos, que no les importa abandonar su patrimonio, dejar atrás todo, sus negocios, sus propiedades, sus relaciones, ¡todo!, para tratar de salvar su vida. El empresario citado cerró sus negocios y con esto 40 personas se quedaron sin empleo en el Veracruz "próspero" del gobernador Duarte.
Pero no hay que ser pesimistas, seguramente vendrán "tiempos mejores", como dice Yuri; al menos así lo asegura en cada oportunidad que tiene, el indolente e inepto gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa. Sólo tenemos que sobrevivir hasta entonces. ¡Qué alivio!
"Entiendan que aquí ¡NO PASA NADA!" |
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