Es bien sabido que en la prensa mexicana existen filias y fobias hacia los diferentes actores políticos. Esto es perfectamente natural, pues en el periodismo como en muchos otros campos existen intereses más allá del puramente informativo. Entre los más "odiados" por cierto sector de opinólogos se encuentra, ya lo sabemos, Andrés Manuel López Obrador. La cauda de malquerientes del tabasqueño no es tan numerosa como la de sus simpatizantes, pero ahí están.
Uno de los más virulentos columnistas que no puede explicar su universo si no es con López Obrador como referente de todo lo que él concibe como "malo", es Ricardo Alemán. El fantoche que publica en El Universal y otros medios no deja pasar una sola ocasión de calumniar, difamar, hacer mofa grotesca, de quien él concibe como una amenaza a los intereses no propios desde luego, sino los de sus patrones, a quienes cree servir fielmente actuando de esa manera baja y poco digna.
Pero la función de Alemán como canal de las aguas negras del periodismo de alquiler lo lleva a veces a cometer pifias que lo exhiben como un mercenario a quien la verdad le vale cacahuate, con tal de cumplir su encomienda. No tiene vergüenza alguna Alemán en afirmar hoy que algo es negro, para al día siguiente vociferar que es blanco, si así se lo ordenan. ¿Y su ética, su credibilidad? Esas le valen sombrilla: hace mucho que las perdió. ¿Cuál es la más reciente pifia de Ricardo Alemán? Mire usted:
Apenas en agosto pasado, luego de todas las evidencias que la coalición Movimiento Progresista presentó sobre la compra de votos del PRI utilizando tarjetas Monex, y de que el IFE declarara "infundadas" dichas pruebas, Ricardo Alemán se regodeó vociferando que "SE CAE EL CUENTO DE MONEX Y SORIANA", con lo cual ese texto-servidor afirmaba que lo presentado por la coalición de izquierda era un "invento", una mentira, una falsedad. Nada más le faltó aplaudir de pie a los consejeros del IFE.
Pues bien, en su columna de hoy en El Universal, Alemán no tiene más remedio que referirse a lo que ya es un hecho: el IFE declarará mañana o pasado que el PRI sí rebasó los topes de gastos de campaña y que ese dinero fue depositado en tarjetas de Monex. Esto hará que el "glorioso" IFE imponga una multa a ese partido, lo cual no deja de ser ridículo, pero bueno.
¿Y qué ha dicho Alemán sobre esto? No puede seguir diciendo que es un "cuento" porque ya el propio IFE lo confirmó. Entonces cínicamente admite que sí, que sí hubo dinero ilegal en la campaña de EPN, que sí se violaron los topes de campaña, pero le atribuye el mérito de haberlo denunciado exclusivamente al PAN. Sí, así como lo leen: ni una palabra de las denuncias hechas por AMLO y el Movimiento Progresista desde julio del año pasado. Para Alemán no existen, jamás existieron. Aquí el único que denunció fue el PAN y punto. Le importa más a Alemán seguir tildando a AMLO de "mentiroso", que su credibilidad hecha caca por el mismísimo IFE que lo desmiente de manera contundente.
Esa es la miseria moral del opinólogo de alquiler que odia por encargo a AMLO.
2 comentarios:
Buen texto.
@MarioGarciaMad
Pobre perro Pastor Alemán, lo mantienen a base de puro huesos y pellejos. Ni croquetas le avientan.
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