Cuando Andrés Manuel López Obrador convocó, en alguna de las asambleas informativas del Zócalo, a que como integrantes del movimiento democrático busquemos y sintamos la alegría de vivir, de servir al prójimo; cuando nos llamó a ser felices y no vivir amargados por la difícil situación que enfrentamos y por el oscuro panorama que se vive en México bajo la derecha, muchos de sus eternos críticos se burlaron. De "motivador" barato no lo bajaron algunos. Parecía, en realidad, que se estuvieran burlando de alguno de esos charlatanes a que tan afectos son los panistas y la "gente bien", un Cornejo, un Alex Day, un "Pare de Sufrir", cualquiera, le decían. Irónico que los panazis se burlaran tachando a AMLO de ser justo como son algunos payasos como Carlos Cuauhtémoc Sánchez, a quien los panistas maman por su "filosofía". A fin de cuentas, una incongruencia más de los derechistas.
Pero lo que me tiene sorprendido y, debo decirlo, triste, es que dentro del mismo movimiento democrático, donde nos preciamos de vivir justamente con alegría; dentro del movimiento, donde nos decimos unos a otros "sonríe, vamos a luchar"; dentro del movimiento donde si por algo hemos resistido más de 3 años es porque sabemos que somos alegres y visualizamos un México alegre y feliz, hay quienes se empeñan en demostrarnos, a nosotros y a nuestros adversarios, que en el seno de la misma izquierda hay amargados y resentidos por los cuales a todos nos tachan de ser iguales.
La muerte, la terrible tragedia que envolvió la noche de ayer a la familia Saba, una de las más poderosas económicamente hablando de este país, fue también el pretexto ideal para exhibir lo más mezquino de la naturaleza humana, en este caso de algunos que siendo nuestros correligionarios políticos nos avergonzaron riendo casi a carcajadas porque el destino tocó con su fatalidad a integrantes de esa "elite maldita" a la que por lo visto, si pudieran, estos izquierdistas estalinistas fusilarían sin miramientos, por el pecado irredimible de pertenecer a la casta privilegiada.
No es mi intención hacer una apología de un empresario del ramo inmobiliario cuya trayectoria y éxito profesional estuvieron ligados más a sus componendas e incofesables relaciones con el poder que a su "emprendedurismo", como gustan de llamar los júniors Tec a la ambición y al hambre de dinero. No voy a meterme tampoco con los bien documentados episodios que muestran a Moisés Saba como un voraz empresario que aprovechó al máximo la cercanía y la red de intereses que creó con los que mandan en este país. De eso se ha hablado y se seguirá hablando mucho, porque mucha tela hay de donde cortar. Pero quiero dejar claro que alegrarse de la muerte de 5 personas (no nos olvidemos del piloto del helicóptero que se desplomó en Cuajimalpa) es, por decirlo suavecito, de una miseria humana inadmisible. Hacer comentarios que pretenden ser "sarcásticos" y que sólo dejan constancia del resentimiento social y de la nula calidad moral de quienes los emiten, no es mi estilo, menos tratándose de una tragedia que ha enlutado a varias familias.
En Twitter, @IngeLinux preguntaba: ¿desde cuándo la vida humana vale menos por ser la del adinerado? Eso mismo pregunto yo. Por supuesto que es absolutamente bajo y ruin lo que sucedió en la guardería ABC y en donde el gobierno ni por error publicó la milésima parte de las esquelas que ha publicado hoy con la tragedia de los Saba. ¿Y? ¿Eso justifica que debamos alegrarnos del accidente en donde perdieron la vida 5 personas?
Señores, con todo respeto (cada vez menos): si de eso se alegran, de nada sirve que AMLO los haya convocado a ser felices. Es obvio que no lo son, y es obvio que no admiten que nadie pueda serlo jamás. Ustedes, con todas sus letras, son un cáncer para el movimiento. Como los muertos vivientes, han dejado de pertenecer a nosotros, sólo que nadie se los ha avisado. Vayan, descansen en paz. Y dejen de estar chingando.
martes, 12 de enero de 2010
Los muertos vivientes de la izquierda
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3 comments
3 comentarios:
Como lo comente en Twitter, comparto el hecho que no se puede hacer mofa y alegrarse de la tragedia ajena, sea quien sea, esta no es la primera vez que que ocurren manifestaciones mezquinas,(sean de gente de izquierda o de porros del cisen) el caso de J Camilo, con el que no simpatizaba pero de igual manera hubo este tipo de actitudes de burla, alegria satisfaccion etc que son dignas de la derecha, lo importante es sonreir y seguir sonriendo organizados estamos en la misma lucha y en verdad la unica forma de lograrlo es estar organizados y unidos animo resistencia
Más que muertos vivientes son los izquierdistas que quieren pero no hacen nada, bueno hacen lo que esté al alcance de su silla y nunca se han parado en el zócalo. Pero más que hablar de muertos vivientes dejas en claro que el RESPETO debe estar presente siempre, independientemente de a que partido o corriente pertenezcas
Hola Renegado: suscribo tu punto de vista, y soy más pesimista:"alegrarse" de esas muertes revela que quienes lo hacen duermen con el "enemigo". En mi columna señales esos comentarios. Esos comentarios revelan que el odio acumulado y las injusticias sufridas y que se sufren, no se resuelven empleando los métodos del "enemigo", pues en ese momento, ellos nos han "invadido" o peor aún nos convierten en sus partidarios.
Un saludo cordial y afectuoso
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