Apartheid

Un día como hoy, en 1991, la política de segregación racial implantada en Sudáfrica llegaba oficialmente a su fin. Vigente en la mayor parte del siglo XX, esta política impuesta desde los tiempos de los colonizadores holandeses ocasionó múltiples movimientos de resistencia entre los sudafricanos. El más importante luchador en contra de esta segregación fue Nelson Mandela, quien debido a su lucha pasó 27 años en prisión.

Fue en 1948 cuando, después del "triunfo" del Partido Nacionalista, conservador, se empezaron a promulgar medidas que legalizaron la segregación racial en ese país. Cada individuo fue clasificado según su "raza", resultando cuatro grupos: blancos, de color, indios y mestizos. ¿Absurdo? ¿Indigno? Sí, sin duda. Apenas cabe en la cabeza la noción de que el racismo, en pleno siglo XX, haya sido una política de Estado.

Como resultado de esta política, había lugares expresamente destinados al uso "sólo para blancos", como playas, hospitales, el transporte público, etcétera. Los negros no tenían acceso a la educación superior, los servicios de salud eran deficientes, incluso los negros pagaban más impuestos, en proporción, que la población blanca.

El régimen sudafricano perdió el respeto de casi todas las naciones del orbe, excepto de algunos casos muy aislados, como Brasil y Chile, que en aquellos años padecían dictaduras militares, y de Israel, los eternos auto-apestados de la diplomacia internacional. Ésos eran sus "amigos" en el mundo. Todas las demás naciones decretaron severas medidas de boicot, embargo, prohibición de hacer negocios con compañías sudafricanas, etc. Sudáfrica se fue quedando cada vez más sola, más aislada.

Ante esto, las presiones internas para terminar con el apartheid se hicieron más fuertes, incluso entre importantes sectores de la población blanca. A la llegada al poder de Frederik de Klerk, se anunció el desmantelamiento gradual de las medidas discriminatorias, lo que abrió el paso para el final de régimen segregacionista. Al fin, el 17 de junio de 1991, fue abolida la última parte del andamiaje jurídico en que se fundamentaba el apartheid.